Una final empieza 40 minutos tarde por unas áreas mal pintadas

Los del fútbol regional somos expertos en campos mal pintados, puntos de penalti escorados, líneas rectas curvilíneas, áreas pequeñas de ocho metros y demás pequeñas chapuzas propias del deporte más humilde. Salvo que el error sea muy escandaloso, tiramos para adelante.

Lo realmente increíble es que eso suceda en un gran estadio, en una final televisada, con 61.000 espectadores en las gradas y que aún por encima provoque un retraso de 40 minutos en el partido. Y no pasó en España, sino en Cánada, en la final Este de la MLS. A la hora de comienzo del partido, no saltaron los jugadores del Montreal Impact y del Toronto FC sino unos operarios con dos objetivos: pintar una nueva línea y borrar otrar. Mucho más complicado lo segundo que lo primero.

Resulta que cada área de penalti medía dos metros menos. ¿Cómo nadie se dio cuenta antes? Dicen las crónicas que los árbitros llegaron con el tiempo justo al partido por problemas de tráfico. Todo muy surrealista.

El caso es que para borrar el pintado, los trabajadores optaron por echar aerosol verde por encima. Un trabajo que llevo media hora y el partido empezó con 40 minutos de retraso. Increíble, pero cierto.