Apuñala al árbitro en Colombia: "Lo corté `pa´que se alejara"
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La noticia la cuenta de esta forma el diario colombiano El Heraldo. ¿Puede ser creíble la historia del jugador? Desde la distancia, no lo parece mucho...
El fútbol, al igual que la música, es considerado un lenguaje universal y una fuerza que despierta muchas pasiones. No obstante, el juego de la pelota, en ocasiones puede despertar entre sus jugadores y fanáticos los más primarios instintos, tal como sucedió el pasado domingo en la cancha de arena (ver la foto) del barrio Villa Estadio, en Soledad, cuando un acalorado encuentro entre el equipo Samba y River no culminó de la mejor manera: el árbitro herido en un brazo con un arma corto punzante y un jugador detenido.
De acuerdo con Dairo José Polo Muñoz, quien ostenta la casaca 14 del equipo Samba y se desempeña como volante de segunda línea, el ataque al juez central fue en legítima defensa.
El partido inició a las 11 de la mañana, bajo un sol que flameaba a toda máquina y calentó mucho más rápido los ánimos.
Cuenta Polo que su equipo se montó temprano en el marcador (1-0) y por eso el partido se ‘calentó’ y apareció la llamada ‘pata dura’, contó el exjugador de Academia F.C., equipo de Bogotá de la categoría B del fútbol profesional colombiano.
“Nos empezaron a dar duro y el árbitro nada que pitaba las faltas. Total,terminamos el primer tiempo 1-1. En el minuto 7 del segundo me hacen una falta brava y yo le reclamo al árbitro, y este no más me decía ‘juegue, juegue’; como yo protesté, me sacó la amarilla”, contó el padre de una niña, de 3 años.
De acuerdo con Polo, los ánimos se caldearon mucho más cuando el equipo rival marca otro tanto y se va arriba en el marcador.
“Fuimos con todo por el empate y, al minuto 20, en una jugada de choque contra un defensa, el hombre me puso otra amarilla y me expulsó y ahí empecé reclamar, pero el juez insistía que había sido una jugada peligrosa”.
El jugador aseguró que la expulsión se convirtió en una especie de detonante del caos que vendría a continuación. “Empezamos a discutir y lo encaré, al hombre no le gustó; me pegó un empellón, yo le respondí con otro; el tipo me lanzó el primer puño y le respondí, pero como en el barrio lo conocían, la gente de afuera se me vino encima”.
Empujones, insultos, gritos, agresiones que fueron convirtiendo una alegre mañana de domingo en un desagradable cuento repetido, en donde la intolerancia se volvió a imponer sobre los buenos principios del deporte y la sana recreación.
“Terminé por donde estaba un carro de chuzos y, como los tenía encima, fue cuando cogí el cuchillo, porque si no me joden todo”, justificó. “El árbitro siguió pa’ lante y lo corté en el brazo pa’ que se alejaran y así fue, se lo llevaron y a mí me metieron en el camerino de mi equipo”.
Patrulleros de la Policía intervinieron y condujeron a Polo a la URI de la Fiscalía, en Soledad, mientras el árbitro Jaime Luis Pedraza Díaz fue trasladado a la Clínica de la Policía.
A las 3 de la tarde, el jugador fue conducido a la Estación de Policía de Soledad 2.000, en donde pasó la noche y parte del día lunes, hasta que fue puesto en libertad a las 7 p.m. porque no había sido instaurada denuncia en su contra.
“Lo que quiero es limpiar mi nombre porque lo mío es el fútbol. Yo vivo de eso y espero a mitad de año presentarme en un equipo profesional. Si podemos llegar a una conciliación mucho mejor”, adujo Polo.
Al ser contactado ayer por teléfono por periodistas de El Heraldo, el árbitro Pedraza Díaz manifestó que está bien y permanece en reposo. “Un tendón me está molestando, tengo dolor de cabeza y no he podido dormir bien”.
Al preguntársele sobre el altercado ocurrido el domingo, señaló sin embargo que no quería hablar del tema y cerró la comunicación.
En casa del jugador, su esposa y sus familiares aseguraron que esperan que este capítulo se cierre lo más pronto posible y de la mejor manera, y que este joven de la casaca 14 pueda retornar a las canchas. La mejor manera de darle cierre es que el silbato y las gambetas se asocien para ganarle por goleada a la intolerancia y al juego sucio.
Fuente: http://www.elheraldo.co/
Comentarios
#1
Ese siempre es lo que dicen siempre los jugadores cuando son expulsados,les preguntan porque los expulsaron y responden yo no se porqué me expulsó,yo no le dije nada,el quiso expulsarme, no tienen la valentía para afrontar los hechos y reconocer que actuaron mal,este señor no se le debe permitir jugar mas por una temporada,para que se den cuenta que el árbitro en un partido es amigo fe todos y no como ellos lo ven como su enemigo y más el equipo que pierde,una sanción ejemplar es la que se merese.