¿Una lección de fair play al árbitro?

La acción nos ha pasado a todos alguna vez en fútbol base. Un lesionado cuando el portero tiene el balón en las manos. El chaval se queda bloqueado esperando a que el jugador se recupere. Pasan los seis segundos y... ¿qué hacemos? La norma lo deja claro. Hay que hacer como este árbitro navarro.

La teoría es clara y desde ese punto de vista, nada se le puede reprochar al compañero. Ahora podemos divagar sobre soluciones más adecuadas al sentido común y un tanto más alejadas de la norma para evitar señalar el tiro libre indirecto. Se nos ocurren tres:

1. Obviar la norma de los seis segundos

2. Decirle al portero que eche el balón fuera

3. Parar y dar balón a tierra aunque la lesión no parezca grave

Cualquiera de estas tres decisiones es, al mismo tiempo, lógica y discutible. El árbitro tomó la decisión más sencilla, que es cumplir el reglamento. No era un drama, como se demostró, ya que los jugadores pueden hacer prevalecer el sentido común como así hicieron en su encomiable gesto. Fijaos que si el árbitro da balón a tierra, también dejaría al equipo defensor en una situación comprometida, quedando a expensas de la buena fe del adversario de no disputarlo.

Como elogiar a los chavales dejaba el titular un poco descafeínado, que mejor que contraponerlo a alguien. ¿A quién? Al árbitro, el malo de esta película, que supuestamente recibió "una lección". ¿Que ha hecho el árbitro contra el juego limpio? ¿Lesionó al jugador? ¿Insultó a alguien? ¿O sólo aplicó una regla?